Lavar las
cerezas, quirtarles los pedúnculos y, sin deshuesar, triturarlas en una batidora potente.
Ponerlas en un cuenco, taparlas con un paño y dejarlas fermentar en un lugar fresco fuera del frigorífico. Pasados 3 días, escaldar en agua hirviendo un tarro de cristal y ponerlo a secar sobre un paño limpio. Verter en él las
cerezas trituradas con el aguardiente, cerrar herméticamente y dejar macerar 2 meses. Colar por un filtro de tela y pasar el licor a un tarro esterilizado. Mezclar el azúcar y el agua, cocer 5 minutos, dejar enfriar y agregar el aguardiente de
cerezas. Tapar y dejar macerar 2 meses. Embotellar y utilizar.