Precalienta el horno a 200°C. Esparce un poco de aceite de oliva en el interior de una fuente para el horno. Pon la mitad de los
tomates cortados en la fuente. Añade los filetes de bacalao en una sola capa por toda la fuente. Esparce la ralladura de
limón por encima del pescado. Vierte el resto de los
tomates. Cuécelo en el horno durante unos 20 minutos o hasta que el bacalao esté hecho. Limpia y escurre las hojas de lechuga (si es posible, una mezcla de hortalizas rojas y verdes es particularmente atractiva). Mezcla el zumo de
limón y el resto de aceite de oliva para el aderezo. Sírvelo en cuatro platos calientes, poniendo un filete de bacalao y algo de
tomate en cada plato. Añade un toque de perejil por encima del bacalao. Vierte el aderezo en las hojas de lechuga y sírvelo con el bacalao. Sazónalo en la mesa con pimienta negra molida y un poco de sal.
El pescado es parte importante de una alimentación sana. Este plato es rápido y fácil de preparar, y los
tomates, la ensalada, el
limón y el aceite de oliva son ingredientes con un aporte extra de nutrientes.