Beneficios para la salud
Las naranjas frescas son bajas en calorías y una buena fuente de fibra y potasio. Las naranjas son una rica fuente de vitamina C. Ésta es necesaria para mantener unas encías, dientes y huesos sanos, y para la curación de heridas. La vitamina C es un potente antioxidante; desempeña un papel a la hora de intensificar la acción de la vitamina E, ayudar en la absorción de hierro y en las funciones inmunológicas. Las naranjas también contienen cantidades importantes de folato, una vitamina del complejo B que proporciona un efecto protector útil durante el embarazo.
Además, las naranjas (y otros frutos relacionados) son una fuente primaria de betacriptoxantina en la dieta. La betacriptoxantina es un carotenoide no provitamina A con propiedades antioxidantes. Éstos ayudan a disminuir el riesgo de contraer cáncer y enfermedades cardiovasculares. Todos los cítricos contienen el flavonoide taxifolin, un fitoquímico con propiedades antioxidantes.
FPC
Tradición popular
Las naranjas son muy ricas en sales minerales: potasio, calcio y fósforo y en vitaminas A, C, B. Poseen la propiedad de ayudar a resistir la fatiga, son desinfectantes y favorecen la fijación del calcio. Actúan contra enfermedades como el reumatismo, la gota, la obesidad y los estados gripales. Es fruta muy baja en calorías tan sólo 44 calorías por 100 gramos, lo que las hace muy recomendables para aquella gente que siguen dietas alimenticias.
Las naranjas son digestivas y las tisanas hechas con flores y hojas son útiles para la tos seca, los nervios, el dolor de estómago y el insomnio.
La naranja es la segunda fruta en contenido de vitamina B. La primera posición la ocupa el tomate, y le sigue el limón. La vitamina B protege a los nervios, excita el apetito y las secreciones digestivas, regula las oxidaciones que se producen en nuestras células y el aprovechamiento de los alimentos especialmente de los hidrocarbonados y las grasas.
Otra vitamina de suma importancia que contiene la naranja es la vitamina C o también llamada antiescorbútica porque la carencia de ella en la alimentación provoca el síndrome escorbútico.
La naranja también es una fuente rica en fibra. La fibra de la naranja provoca un descenso moderado de los niveles de colesterol, tal y como se demostró en un estudio realizado sobre varios humanos al proporcionales una dieta enriquecida en fibra (45.1 g/día), frente a una dieta normal (21.2 g/día) que sirvió de control. Además las fibras cítricas tienen la característica de retención de agua, por lo que se utilizan mucho en la industria para un amplio rango de alimentos , como productos cárnicos, salsas, como espesante para yogurt y helados. Incluso pueden llegar a reemplazar algunos de otros ingredientes como harina, grasas o aceites.
La naranja también es rica en flavonoides, que son metabolitos secundarios de plantas y que poseen diversas propiedades como la actividad antialérgica y antiinflamatoria. Además algunos flavonoides tienen cierta actividad anticarcinogénica dado que mantienen la integridad celular y defienden contra la degeneración celular.
Otra propiedad muy importante de los flavonoides es su carácter antioxidante. En general los compuestos antioxidantes ejercen un efecto protector mediante la inhibición de las reacciones de oxidación. Reacciones que se producen a diario en nuestras células por su actividad fisiológica. Así los procesos de oxidación pueden producir daños en las paredes vasculares de los vasos sanguíneos, por lo que pueden acelerar enfermedades desembocando en la trombosis.
Conviene recordar que las naranjas no se deben exprimir con anticipación puesto que en contacto con el aire, la vitamina C se oxida y pierde sus propiedades. Si se utiliza la piel para adornar o confeccionar algún plato, es conveniente lavar las naranjas con agua caliente y frotarlas con cuidado para eliminar las pequeñas dosis de sustancias protectoras que aplican los productores.