Sandía, Citrullus lanatus / Cucurbitaceae
Manejo del ambiente de posrecolección
La sandía es un producto que se conserva mal, por lo que no puede almacenarse durante más de 2-3 semanas en condiciones normales. Las condiciones óptimas son 2-10ºC y una humedad del 80-95%. Temperaturas inferiores pueden provocar daños por frío.
La técnica del preenfriamiento no es muy usada para la sandía, aunque si se realiza no debe bajarse por debajo de 7ºC para evitar daños a los frutos.
La sandía es un fruto sensible al frío que puede sufrir daños con temperaturas inferiores a 4,5-10ºC. No obstante, si antes del almacenamiento en frío se somete a temperaturas más altas resiste mejor las bajas temperaturas. Por ejemplo, se ha comprobado que si los frutos se mantienen durante 4 días a 26ºC posteriormente se pueden almacenar a 0ºC durante 12 días sin dañarse. Si no se hace este pretratamiento, sólo aguantan 4 días.
Las sandías no se pueden conservar durante más de 2-3 semanas. En condiciones óptimas y con frutos manipulados muy cuidadosamente se pueden alcanzar los 2-3 meses, aunque el sabor pierde calidad. Las condiciones óptimas son una temperatura entre 2 y 10ºC y una humedad relativa del 80-95%. Si se van a comercializar en un plazo inferior a dos semanas se pueden conservar entre 13-16ºC. En caso de periodos de conservación largos se pueden introducir los frutos en bolsas de plástico perforadas o recubrirse con papel encerado.
Distribución
Las sandías se transportan a unos 10ºC, con humedades relativas altas. No deben viajar ni distribuirse junto a productos que despiden etileno, ya que acelera su envejecimiento.
Las sandías son sensibles al etileno, por lo que no deben transportarse o almacenarse con productos que lo producen. Si se hace los frutos pierden el color rojo de la pulpa, que se ablanda y desarrolla malos olores.
El transporte puede durar como mucho entre 14 y 21 días. La temperatura óptima es de unos 10ºC, y la humedad debe encontrarse entre el 85 y el 90%.
Problemas de postrecolección
Las sandías pueden verse afectadas por varios problemas durante su almacenamiento, como la aparición de enfermedades producidas por hongos y bacterias y los daños por frío o por un exceso de etileno en la cámara.
Las sandías pueden sufrir diversos problemas durante su conservación, entre los que se encuentran los daños por frío, daños por etileno y enfermedades.
Daños por frío: se producen por debajo de 4ºC y se manifiestan por la aparición de manchas pardas en la corteza y la aparición de malos sabores. Las temperaturas bajas además inducen la pérdida de color rojo de la pulpa.
Daños por etileno: las sandías son sensibles al etileno, por lo que si se almacenan en presencia de este gas sufren diversas alteraciones como pérdida de firmeza y del grosor de la corteza, lo que reduce mucho su calidad.
Enfermedades: las sandías pueden sufrir el ataque de diversos hongos o bacterias durante su conservación. El principal punto de entrada de estos microorganismos es la zona del pedúnculo, por lo que es importante conservar un pequeño trozo de tallo para evitar que a través de la herida penetren estos patógenos.