Deja madurar una
calabaza completamente. Córtala en cuartos y quítale las semillas. Pon los cuartos, con la piel mirando hacia abajo, en una bandeja para el horno y déjala cocer en el horno a temperatura suave durante 45 minutos. Déjalo enfriar un poco, sácale la pulpa y haz puré con ella. Rechaza la piel. Precalienta el horno a 180ºC. Tamiza todos los ingredientes secos, añade el aceite, los huevos y la
calabaza y remuévelo bien hasta que esté todo mezclado. Vierte la mezcla en bandejas engrasadas y cuécelas en el horno durante unos 65 minutos o hasta que estén crecidas y firmes. Sácalas del horno, déjalas enfriar y saca los pasteles de los moldes. Este pastel de
calabaza tiene la textura de un pastel suave y puede cortarse en rodajas.
El pastel de
calabaza es un plato tradicional en los EEUU, aunque también lo es en ciertas partes del Reino Unido, en áreas donde crecen los calabacines y las
calabazas. Durante Halloween, el 31 de octubre,
calabazas grandes se usan para elaborar faroles. Se corta una cara en la piel de la
calabaza, y la carne se saca a través de los agujeros. Se coloca una vela en el interior. La carne de la
calabaza que se obtiene puede cocinarse o usarse para hacer pasteles.