La forma más habitual de encontrar las patatas es en bolsas y sacos de malla, dado la enorme variedad de máquinas envasadoras que pueden realizar este trabajo. Entre este tipo de envases se encuentran sacos de malla tubulares de 1 y 2.5 kg y sacos de malla ‘Girsac’ con banda externa de plástico que sirve como etiqueta y asas con una capacidad de 2 kg. Esta forma de presentar las patatas al consumidor se entiende como preenvasado, ya que el comprador tan sólo tiene que elegir aquella malla o bolsa que más le agrada. Otros materiales utilizados para estos envases son bolsas de plástico (perforadas) o de papel y se utilizarán para cantidades pequeñas de 2,5 (para plástico), 5,10,15 y 25 kg (para papel).

Otra forma de presentar las patatas es a granel, las cuales suelen venir en sacos de malla cosidos con una capacidad superior a 5,10 y 25 kg y los cuales estarán disponibles al consumidor para su libre servicio.

Otros envases utilizados son las cajas de cartón y madera.

Entre los envases de cartón nos encontramos con envases de 6kg de 500 x 300 milímetros de base, platones recubiertos de malla para 2.5kg, cajas para 5kg con orificios laterales de plástico que dejan ver el producto y abertura superior por donde pueden introducirse los dedos para facilitar la manipulación, cajas para 12kg.

Se han realizado investigaciones para envasar las patatas en plástico termoretráctil comprobando los buenos resultados en la conservación de la calidad, sin embargo es un sistema muy caro para un producto de precio bajo como es la patata.