Las zanahorias se presentan en distintos envases, como bolsas de plástico, cajas de madera o cartón y bandejas de distintos materiales y pesos. Entre las presentaciones en fresco se encuentra la IV gama, vendiéndose zanahoria rallada, pelada, en rodajas… Además, con ella se elaboran zumos, conservas y purés para bebés.

Las zanahorias con hojas se expiden normalmente formando manojos, y pueden envasarse en cajas de madera o cartón, agrupadas en manojos de uno o medio kilo, a veces preenvasadas con películas de plástico estirable, y dispuestas en una o varias capas, permitiendo una adecuada ventilación del aire.

El preenvasado de las zanahorias sin hojas incluye bolsas de plástico de distintos tamaños (1/2, 1, 2, 5 ó 10kg), bandejas de polietileno expandido, policloruro de vinilo o propileno de capacidad de 0,5 a 1kg.

Las zanahorias embolsadas se disponen a su vez en cajas de cartón o madera de 10 a 12kg. El consumidor prefiere normalmente las de medio, uno y cinco kilos. También se envasan zanahorias con o sin hojas en bandejas de distintos materiales.

Además, hoy en día se presenta una amplia gama de presentaciones en fresco mediante la zanahoria de IV gama, proceso mediante el cual se consigue alargar la vida del producto sin que deje de ser fresco ni pierda cualidades organolépticas. De este modo existen desde las zanahorias de manojo envueltas en polipropileno, hasta todo tipo de formas presentadas en bolsas de plástico: zanahorias peladas baby, en rodajas lisas u onduladas, en bastoncillos, ralladas, etc.

Aparte del consumo en fresco, la zanahoria también tiene otras aplicaciones comerciales, pudiendo encontrarse en conserva, como puré para bebés, en zumo o incluso en farmacia en forma de caroteno cristalizado.