Los rábanos pueden presentarse con o sin hojas. En el primer caso, formando manojos de 10 a 20 piezas y en algunos casos se confeccionan manojos que contienen la mitad de una variedad y la restante de otra. Para los rábanos la presentación en manojos es la habitual para cultivares tempranos, mientras que los comercializados en verano, otoño e invierno suelen desfoliarse.
Los rábanos con hojas pueden comercializarse también preenvasados utilizando películas estirables o retráctiles, o en bolsas de malla. Los rábanos sin hojas también se pueden preenvasar en sacos de malla o de plástico.
En algunos casos se preenvasan utilizando recubrimientos de plástico (normalmente con otras hortalizas formando un preparado para cocido), estirables o retractiles.
La forma tradicional de presentación siempre había sido en manojos y con hojas, hasta que se extendió desde Holanda y Estados Unidos el modo de hacerlo en bolsas de plástico y sin hojas. Este segundo modo de presentación favorece el mantenimiento de la calidad al disminuir la pérdida de agua debido a la falta de hojas y al ambiente húmedo que se crea en el interior de las bolsas. Para la venta al detalle se suelen utilizar bolsas cónicas con un contenido de 125 gramos.
Los tipos de envases utilizados en diferentes países europeos son los siguientes: en Inglaterra cajas de cartón ondulado de un contenido neto de 2,7 kg; en Alemania se utiliza plató de cartón ondulado de 5,9 kg de contenido neto; en Francia el tipo de envase utilizado es el plató de madera con un contenido neto de 4,3 kg y finalmente en España se utiliza el plató de madera pero con un contenido neto de 9 kg.