Beneficios para la salud
Los melones reticulados son una fuente de provitamina A, vitamina C y carbohidratos (principalmente sacarosa). Melones del tipo Honey Dew, Crenshaw o Casaba poseen cantidades considerables de carbohidratos, aunque a diferencia de los reticulados, su contenido de vitamina C y provitamina A es menor.
La mayoría de los melones se consumen crudos; en macedonias o en postres. Las porciones de melón pueden congelarse, aunque su textura será menos atractiva que en fresco, al mismo tiempo que pueden perder algunas propiedades vitamínicas. La cantidad de carotenoides protectores en el melón dependerá de la intensidad del pigmento anaranjado en la carne. La variedad cantaloup, por ejemplo, es una buena fuente del carotenoide betacaroteno.
Tradición popular
El melón es diurético, depurativo y ligeramente laxante, por eso lo recomiendan en caso de estreñimiento. Resulta conveniente en la dieta de aquellas personas que padecen gota, reuma y patologías renales. Por su aporte de minerales, se recomienda consumirlo en períodos de convalecencia, anemias y en estado de debilidad.
Es una fruta muy refrescante, ideal para calmar la sed. Además, neutraliza el exceso de acidez producida por el consumo abundante de carne, derivados cárnicos y alcohol. Por su riqueza en potasio y su bajo contenido en sodio y grasas, es muy adecuado para las personas que padecen hipertensión arterial.
Está contraindicado en los diabéticos, a los enteríticos (la enteritis es la inflamación del intestino, generalmente acompañada de diarrea.) y a los dispépticos (dispepsia es la digestión difícil). Para algunas personas los melones pueden resultar indigestos y provocar pesadez de estómago, por lo que se recomienda moderar su consumo.