Las grosellas espinosas (y todo tipo de grosella en general) se suelen vender en cestas de plástico transparente de 200 gramos, con tapa y orificios para la circulación del aire.
Se comercializa en unas pequeñas bandejas muy curiosas que permiten servirlas en la mesa sin tener que quitarlas del envase. También existen cestas de 125 g de manera que el precio resulte más accesible.