La ciruela es una fruta de hueso, redonda o alargada que puede ser de color amarillo, verde, rojo o lila. En general es muy nutritiva y rica en vitaminas, destacando la vitamina C. Según su contenido en agua es más o menos jugosa. Las ciruelas pasas o deshidratadas se conservan más tiempo y son muy dulces.
En el mercado hay otros productos elaborados con ciruela como son mermeladas, zumos y licores.
Las ciruelas se pueden consumir frescas como postre o se puede utilizar para elaborar pasteles rellenos, mermelada, gelatina, zumo, licores, etc. Algunas especies pueden desecarse sin fermentar, como las ciruelas pasas, de las cuales hay en el mercado unas menos deshidratadas de sabor muy agradable. La ciruela pasa se conserva durante más tiempo que la ciruela fresca.
Es un alimento muy energético, ya que tiene entre 36 y 52kcal/100g. Además, cien gramos aportan unos 5mg de vitamina C.
La ciruela, junto con el melocotón, la pera y la almendra, pertenece a la familia de las Rosáceas y al género Prunus, el cuál incluye algunos árboles y arbustos que son puramente ornamentales.
La estructura de todos los frutos pertenecientes al género Prunus es, de hecho, similar a los frutos individuales de zarzamoras o frambuesas; el hueso que hay en su interior es la parte más dura del ovario, y la más carnosa es la capa más externa del ovario. La semilla está dentro del hueso. Los botánicos se refieren a tales frutos como ‘frutos de hueso’. Sólo la semilla o almendra del almendro dulce se come normalmente; en otros frutos del género Prunus la almendra es desagradablemente amarga y usualmente se desecha.
Existen distintas variedades de ciruela, pueden ser redondas o alargadas, de diferentes sabores y colores, pueden ser de color amarillo, verde, rojo o lila y pueden variar en tamaño y textura; así como su contenido en agua también es variable y los diferentes usos de cada una de las variedades.
La época de cosecha va desde mediados de junio hasta agosto, aunque la recolección puede ser más temprana en algunas variedades más precoces y en determinados lugares. Las ciruelas se pueden conservar en cámaras frigoríficas durante un tiempo y una práctica útil, aún poco extendida, es la de la
pre-refrigeración.