Acelga, Beta vulgaris var. cycla / Chenopodiaceae
Manejo del ambiente de posrecolección
Las acelgas se pueden encontrar en el mercado en estado fresco o congelado. En caso de comprarlas frescas hay que consumirlas en el menor tiempo posible para que no pierdan sus propiedades nutritivas. En el frigorífico se pueden conservar unos 4 días, mejorando sus condiciones de conservación si se introduce sin lavarlas en una bolsa perforada.
Generalmente el manejo de las acelgas para mercado interior se limita a humedecerlas en ocasiones con agua para evitar el marchitamiento. El ritmo de traslado al almacén constituye un problema cuando las cajas llenas deben permanecer al sol en horas calurosas aguardando el vehículo de transporte, lo que provoca un rápido marchitamiento.
El preenfriamiento por vacío resulta un método muy adecuado. Por su destino predominante al mercado interior no es ésta una práctica común, aunque permitiría obtener un producto de mayor calidad al reducir el marchitamiento y detener el desarrollo de hongos y bacterias. La temperatura final debe estar comprendida entre 0 y 4ºC.
Con temperaturas comprendidas entre -0,5 y 0ºC y humedades relativas del 95% se pueden conservar las acelgas durante una o dos semanas. La temperatura de congelación de esta especie es de -1ºC, por lo que se debe evitar llegar a este valor.
El empleo de atmósferas modificadas permite prolongar su conservación durante uno o dos meses. La concentración de oxígeno debe ser del 10% y del 2-3% de anhídrido carbónico. Pero generalmente esta práctica no se realiza en acelgas.
Distribución
Para el mantenimiento de una calidad óptima el transporte debe realizarse en vehículos refrigerados con una temperatura que oscile entre los 0 y 4ºC y una humedad relativa mayor al 95%.
Durante la distribución debe mantenerse una humedad relativa elevada y temperaturas entre 5 y 10ºC. Estas condiciones favorecen un aspecto fresco de la verdura. El amontonamiento de los manojos debe evitarse a fin de minimizar daños por aplastamiento y que el calor de respiración del producto se acumule.
Problemas de postrecolección
La acelga presenta una elevada actividad respiratoria y transpiratoria, lo que limita su vida posrecolección.
Las principales causas de pérdidas en esta especie son el marchitamiento, la decoloración, los daños mecánicos y las enfermedades parasitarias.
Entre los principales organismos causantes de podredumbres se encuentran las bacterias, y los hongos Botrytis y Sclerotinia. El ataque del primero de ellos se manifiesta por zonas de color marrón claro sobre las cuales se desarrolla el micelio de color gris.
Los daños mecánicos más frecuentes que sufren las acelgas son la rotura del limbo y quebraduras del peciolo (penca).