Los cacahuetes son ricos en grasas, aunque en forma no saturada. También son buenas fuentes de proteínas y carbohidratos. La alergia que los cacahuetes provocan en ciertos individuos atrae una atención considerable, ya que, aunque el número de personas afectadas es reducido, las consecuencias pueden ser fatales, especialmente para los niños.

La cantidad de cacahuetes necesaria para estimular reacciones adversas no está determinada, aunque muy poca cantidad puede ser suficiente. Los efectos pueden ser rápidos, llegando a producirse en el preciso instante en que el cacahuete entra en contacto con la boca. No existe una sustancia alergénica en concreto, por lo tanto, diversos individuos pueden tener alergia a componentes diferentes del cacahuete. Muchos incidentes tienen lugar cuando existe exposición a productos cocinados en casa o en restaurantes que no indican la presencia de cacahuete como ingrediente en su etiqueta. Aquellos afectados por este problema deben tener cuidado a la hora de seleccionar sus alimentos. Sin embargo, para la gran mayoría no alérgica a los cacahuetes, este fruto se usa como parte de una dieta saludable.

En un importante proyecto de investigación, se descubrió que la gente que consumía al menos 150 g de cacahuetes por semana padeció 1/3 menos infartos que aquellos que raramente o nunca los consumían.

El cacahuete aporta ácidos grasos esenciales, necesarios para la constitución de las membranas celulares y, en particular, de las células nerviosas. Estos ácidos grasos son insaturados y ayudan a reducir los niveles de colesterol en la sangre, por lo que resultan beneficiosos para las enfermedades cardiovasculares. Son muy útiles por su aceite para el funcionamiento del riñón. Por su contenido en calorías, los cacahuetes son muy energéticos y resultan recomendables en casos de cansancio y astenia. Por esta misma razón, están contraindicados en casos de obesidad.

El contenido en vitamina B3 es importante, también reduce los niveles de colesterol e interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y proteínas.

También destaca su aporte de vitamina E, entre 10,09 y 18,73mg/100g. Previene la hemólisis y protege las membranas celulares gracias a su acción antioxidante.

Estos frutos secos son muy ricos en minerales, entre los que cabe destacar el potasio y el fósforo, necesarios para la actividad muscular y nerviosa. Son buenos para los estudiantes ya que aumentan la concentración mental.

Tradicionalmente se considera un alimento anafrodisíaco ya que baja el tono sexual.