El aguacate posee un alto contenido en grasa (11-25%), la mayor parte no saturada, en relación con otras frutas y hortalizas. Por lo tanto, su valor energético es relativamente elevado. Cien gramos de aguacate proporcionan alrededor de 128-233 kcal, de 1 a 2 g de proteína, de 500 a 700 mg de potasio, de 300 a 400 Unidades Internacionales de vitamina A y de 2 a 3 mg de vitamina E. Este fruto posee el volumen más elvado de vitamina E en comparación con otras frutas y hortalizas. La vitamina E es el antioxidante más importante en las membranas de las células humanas. La vitamina E es el nombre dado a una familia de antioxidantes liposolubles relacionados conocidos como tocoferoles. Los tocoferoles encontrados en la dieta humana son alfa-tocoferol y gama-tocoferol. Los tocoferoles protegen las membranas de las células de la oxidación, a la vez que previenen los daños oxidativo producido por agentes carcinogénicos y tóxicos. Estudios epidemiológicos indican que un consumo más elevado de vitamina E está relacionado con un menor riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.

El aguacate resulta espléndido para nutrir pieles secas y evitar su envejecimiento. Algunos pueblos de Guatemala utilizan su pulpa para estimular el crecimiento del cabello mediante suaves masajes. Otras culturas lo consumen como afrodisíaco.

Por ser un alimento muy completo y de fácil digestión se recomienda en el crecimiento, convalecencias o dolencias gástricas. En África es el principal alimento de muchos niños.

Su aporte en ácido oleico ejerce efectos cardiovasculares beneficiosos, disminuyendo los niveles de colesterol plasmático. Contiene una cantidad importante de minerales y vitaminas, necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.