Beneficios para la salud
Las espinacas, al igual que otras hortalizas verdes, son una excelente fuente de magnesio, potasio, el carotenoide provitamina A betacaroteno y el carotenoide no provitamina A luteína. También es una buena fuente de vitamina C, vitamina E y folato, una vitamina del grupo B. El término folato deriva del latín "folium", que significa hoja, ya que originalmente se aisló esta vitamina de la hoja de espinaca.
Las hortalizas verdes son una fuente importante de folato para la dieta. Tradicionalmente, el folato guarda relación con el desarrollo normal de las células, aunque recientemente se han identificado nuevas funciones. Se ha constatado que una ingesta de folato más alta de lo normal es importante para gozar de un embarazo sano, a la vez que también puede proteger contra las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, particularmente de colon y de cuello del útero. El folato interviene en las funciones mentales. Los niños en edad escolar con un consumo de folato insuficiente alcanzaron resultados más pobres y permanecían atentos durante menos tiempo que aquellos con una ingesta adecuada. La gente mayor con un consumo insuficiente de folato muestra un menor grado de independencia y capacidad funcional en comparación con aquellos cuyo consumo es más satisfactorio.
La luteína, también presente en la espinaca, se concentra en una zona del ojo en concreto (el macular) de modo que puede proteger contra procesos degenerativos de la edad en este órgano.
Tradición popular
La espinaca es un remineralizante de gran valor, antiescorbútico, antianémico, tónico cardíaco y purificador de las vías digestivas, por lo que se recomienda su uso en los casos de anemia, convalescencia escorbuto, senectud, crecimiento, raquitismo, astenia física y nerviosa, estreñimiento, embarazo y en las mujeres que padecen grandes pérdidas en los periodos.
Hay que desmitificar la espinaca como valiosa fuente de hierro, eficaz en el tratamiento de las anemias, pues lo cierto es que dicho elemento sí se encuentra en grandes cantidades, pero apenas lo incorpora nuestro organismo.
En uso externos se usa en quemaduras, llagas átonas y herpes.
Pero las espinacas poseen una serie de contraindicaciones. No deben comer espinacas por su riqueza en purinas y debido a la formación de oxalatos de potasio y calcio, los hepáticos, reumáticos, artríticos, gotosos y quienes padezcan de piedras en los riñones, así como los propensos a la descalcificación, trastornos inflamatorios gástricos o intestinales.
Por su contenido en sodio, no deben comerlas personas a las que se les ha recomendado un régimen pobre en sal. Los hiperclohídricos deben también abstenerse, ya que la secretina que contienen excitan intensamente la secreción gástrica.