El apio es originario de las zonas mediterráneas y del Oriente Medio. Los egipcios, griegos y romanos cultivaban esta hortaliza como planta aromática y medicinal. A partir de la variedad silvestre, en Italia se empezó a cultivar en el siglo XVI. Después, los italianos y franceses, a finales del siglo XVII, lo introdujeron en las islas Británicas. En el siglo XIX se comenzó a cultivar en América del Norte.
En España se producen unas 81.000t anuales de apio, su cultivo es importante en la Región de Murcia (49.627t), Cataluña (19.906t) y la Comunidad Valenciana (11.514t).