Colinabo, Brassica napus var. Napobrassica / Cruciferae (Brassicaceae)
Manejo del ambiente de posrecolección
Su conservación es similar a la del nabo. Las raíces tienden a lignificarse, es decir, a volverse leñosas.
En el hogar deben separarse las hojas del bulbo y deben ser guardados en tales condiciones en el frigorífico en bolsas de plástico perforadas. En estas condiciones pueden llegar a aguantar dos semanas.
Esta especie puede conservarse durante periodos relativamente prolongados. El almacenamiento se realiza con las piezas sin lavar, libres de hojas y apartando aquellas dañadas o que han sufrido daños por congelación. Los recintos en los que se introducen pueden ser sótanos o cámaras frigoríficas.
A 0ºC y 90-95% de humedad relativa se pueden llegar a conservar unos 4 y 6 meses. Una humedad relativa menor del 90% influye en una menor conservación.
Distribución
Las mismas condiciones óptimas de conservación de los colinabos lo son para su transporte y distribución. La temperatura óptima del transporte marítimo del colinabo es de 0ºC y la humedad relativa de 95-100%.
Problemas de postrecolección
El calor de la respiración es relativamente bajo, lo que tiene que ver con el prolongado periodo de conservación. A medida que pasa el tiempo de almacenamiento, este tiende a aumentar.
Los cambios que sufren los colinabos una vez recolectados incluyen: pérdida de agua, podredumbres, brotación, lignificación, y sabor.
La pérdida de agua ocasiona disminución del peso, arrugamiento y ablandamiento del producto. Una humedad relativa alta en la atmósfera de conservación es fundamental para minimizar la desecación. Con humedades relativas del 90-95% también se manifiesta un ablandamiento del producto ocasionado por la pérdida de agua. Sin embargo con humedades próximas a la saturación (98-100%) se evita este fenómeno. El encerado es otra medida para evitar la desecación.
Las podredumbres son en general el segundo factor limitante para la conservación de colinabos. Normalmente está ocasionada por inadecuadas temperaturas de conservación. A temperaturas de almacenamiento de 4ºC durante 9 meses se produce una pérdida de peso debida a podredumbres del 10%.
Al avanzar el tiempo de almacenamiento los colinabos comienzan a brotar. Este proceso se puede controlar mediante reguladores del crecimiento, pero en España no existe ningún producto registrado para esta especie.
El aumento progresivo de lignina hace que tiendan a endurecerse disminuyendo la calidad organoléptica.
A pesar de que esta especie posee una vida posrecolección prolongada, el sabor va disminuyendo su calidad con el paso del tiempo.