Calabacín, Cucurbita pepo / Cucurbitaceae
Beneficios para la salud
El calabacín es una fuente de carotenoides provitamina A, vitamina C y folato. La vitamina A es esencial para la vista, el crecimiento, el desarrollo de los huesos, el mantenimiento de los tejidos corporales, la reproducción y el desarrollo del papel hormonal y de las co-enzimas. El poder antioxidante de la vitamina C puede proteger contra diversos tipos de cáncer, intensifica las funciones inmunológicas y ayuda a la absorción del hierro y calcio. El folato es importante para llevar a cabo un embarazo sano y para la salud del recién nacido. Una ingesta de folato más elevada ayuda a proteger contra enfermedades cardiovasculares y el cáncer, particularmente de colon y de cuello del útero. El folato también participa en las funciones mentales y ayuda a los niños a mantener la atención.
Tradición popular
La característica más destacada del calabacín es su gran poder digestivo. Su uso continuado es muy recomendable para desintoxicar el organismo y proteger la salud intestinal.
Está compuesto por hidratos de carbono en cantidades considerables y en una baja proporción de lípidos y proteínas. El consumo de calabacín supone un aporte de fibra. Es una hortaliza que tiene un cierto efecto laxante, por lo que su consumo resulta muy adecuado en casos de estreñimiento.
El calabacín aporta vitaminas del grupo B, A y C. Pero las vitaminas del complejo B y C pasan al agua de cocción al cocinarlo, por lo que se recomienda no desechar este líquido.
En cuanto a los minerales destaca su contenido en potasio, siendo éste bastante superior que en la calabaza. También posee pequeñas cantidades de hierro, magnesio y fósforo.
Por su bajo contenido en grasas y sodio se puede incluir en dietas de personas con problemas cardiovasculares y renales, así como en casos de hipertensión.