El preenvasado de las lechugas se hace con películas plásticas estirables o retráctiles y bolsas de plástico. Se envasan en cajas de cartón de diferentes medidas, donde se colocan los cogollos en una o más alturas según el tipo de lechuga. También se preparan para la IV gama, cortándolas en trozos y embolsándolas con otros vegetales.

El sistema más clásico de preenvasado es el uso de un film extensible que se adhiere completamente a la lechuga dando un aspecto muy limpio o polipropileno microperforado. También se pueden usar bolsas del mismo material, con lo que el envasado se hace más rápidamente. Un método muy extendido es el uso de Flow Pack con lechugas sueltas o en bandejas cubiertas.

Las piezas así preparadas se colocan en cajas de cartón de una sola altura, aunque a veces se usan cajas de dos o más niveles.

En el interior de las cajas, las lechugas se disponen erguidas unas junto a otras en un único nivel en el caso de las lechugas ‘Iceberg’ y ‘Trocadero’, mientras que las del tipo ‘Romana’ se disponen horizontalmente admitiendo hasta tres niveles. Las minilechugas a veces se envasan en cajas o cestas plásticas conteniendo de 2 a 4 unidades, con un peso cercano a 500g.

En los últimos años se han desarrollado otros sistemas de comercialización como la IV gama. Los cogollos se trocean y se pueden mezclar con otras verduras, envasándose todo junto. Esto se realiza en atmósferas controladas, lo que mejora la conservación.